domingo, 26 de mayo de 2013

Diferentes acabados de la técnica ''Acuarela''

 Buenas chicos, a continuación les dejo algunos de los tantos acabados a los que se puede llegar utilizando la técnica de la acuarela. espero les sirva.


  • El Degradado. 

       Para hacer degradados con acuarela haremos un lavado, pintando con agua primero para humedecer el papel, después iremos aplicando veladuras de color poco a poco, siempre sobre mojado y con un pincel grueso. En este procedimiento conseguimos la transición suave y gradual de un color a otro. Podemos pintar húmedo sobre húmedo, la humedad de la base favorece que los colores se fundan entre sí.




  • Raspado. 

    Consiste en quitar pintura del papel "pintando" encima con el pincel seco y limpio. Sirve para borrar pero a diferencia del lavado, el raspado se hace con el pincel seco en lugar que diluyendo con agua. Hay que tener cuidado de no abusar de ésta técnica ya que se puede estropear el papel.

    El raspado se efectúa con un cuchillo puntiagudo, un escalpelo, un cutter o incluso con una hoja de afeitar. 
Esta técnica requiere un papel de buena calidad y de un gramaje razonable para ser aplicada con un resultado satisfactorio.




  • Correcciones.

  Con frecuencia se cree que no es posible corregir la acuarela, pero, en realidad, existen diversas maneras de rectificar o modificar determinadas partes de una acuarela.  Si ves un error al principio, pon el papel bajo el agua y retirar suavemente la pintura con una esponja.
Para zonas más pequeñas, humedecer una esponja, o un pincel en el caso de pequeños detalles, y retirar el color que les moleste.

Conviene saber que algunos colores son más permanentes que otros, el verde oscuro, y el azul ultramar, por ejemplo son muy difíciles de retirar totalmente y que algunos papeles retienen el pigmento con obstinación.



  • Salpicar. 


Salpicar un papel con pintura, método hasta hace poco considerado como no ortodoxo, es aceptado en la actualidad, por la mayoría de los acuarelistas como un método excelente para dar vida a una zona de color plano o para sugerir textura.

El salpicado es un método impredecible y requiere un poco de práctica antes de poder prever el efecto resultante, por lo que os aconsejo que hagas pruebas en un papel antes de correr el riesgo de estropear una acuarela.

Para un salpicado fino, cargar un cepillo de dientes con pintura bastante espesa, sujetarlo horizontalmente sobre el papel y pasar el dedo sobre las cerdas orientadas hacia arriba. También puedes golpear secamente con el mango de otro pincel. 

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